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GOLPES BAJOS
Lucía Bayón
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Looking in.
Sitting low, perfect enclosed joints, units that might solve their making.
Rough skin, but clean, unknotted brows.
They mark gestures of grace—torsions, yes—but ones that still hold
the simplicity of a stroke, a blow, their internals tied up in themselves.
They point to their corners, say “here are my corners,
here I demonstrate my extent,”
these curves are billowings out, think the ebullience of being such a sail caught in full wind. Despite this, the focus of their torque is truly inward, a closing in to moments of self-touching.
Claw pinch, finger tip.
They touch the floor and meet it, land where they are and no more.
…
Outwardly, they are flexed—flex for you—flex for themselves—flex in
a mirror. But, do not forget that they quiet their loudest
face, are muffling something…
Poised on surfaces they are invertebrate—rest like Lygia Clark’s
Bichos [=Beasties, Critters].
Soft, these unclassified beetles alight against an edge.
Others hover,
just graze the floor, then mutely
set down.
…
Over here—the satisfyingly grubby quality of a thing overhandled,
a piece paper in your pocket
touched too much.
We speak about the difficulty of making+
I learn early on that you glean jeans.
To glean is to take what otherwise would go to further waste.
We wear denim and we wear denim down and it wears at us,
too—imprints at hips,
maybe.
Seams in the fabric where it’s doubled or tripled over
emboss our flesh surface, cause us
polished by contact.
Cause us sanded down.
Under your gleaning hand, they begin a different life.
Glean the denim and turn it to pulp,
make it object again, a slow untying by hand…sifted through
and sorted for parts,
pulped over hours in the pulper. You show me videos.
To glean can also be immaterial, as in to glean information.
Take the thing down to this fine gunk,
build it to new form +in doing so,
try to get something from it
and also to give something
to it—a double bind,
for form does not necessarily achieve closure,
nor does raw materiality provide openness (Lyn Hejinian).
To have made something new does not necessarily answer a question.
torque / nudos
sobre Golpes Bajos

Sitting on the studio floor, or outside in the rough grass,
we are trying to name our knots.
To name them so
that we may begin to know them
—and this does not mean we try to plot their undoing.
Moments or phrases of action punctuated by large periods of pause. Here, both such units/qualities of time, are evidenced. And, might
such pause be pause that we won’t try
and untie?
That we will leave as is?
+are these pauses
pauses
that are lumps in the
throat +that will stay that way?
You want to make your knots into knots and then leave them there,
on the table, on the floor, in the doorway. You realise that you, having unknotted one urge, are not left with a clarified surface at all.
Again: to have made something new does not necessarily answer a question.
You say: different containers (rooms) bear different gestures.
Knots and zips are this, too. Are rooms to contain different ways of acting.
We know a knot, at minimum, has been knotted and might be undone.
A zip, instead, holds power both in the closing and the opening
+each gesture,
each act of zipping up or down
is
architectural space change.
Where knots are fibres bound in sympathy (Tim Ingold),
they also speak what we have trouble undoing.
A zip is none of this, is
—free planar passage open to closed to open again--
a lateral, simple potency.
When freed of fabric around it, it loses some (not all) of this potency.
It can shift about more, though it still fixes to its point when worn
by a body.
A zip is demonstrative,
is potential
is a moving knuckle
pointing up or down.
We pause at the crotch.
We always do.
The dictionary says a crotch is the ‘fork’ or bifurcation of the human body where the legs join the trunk. It is the point where we (might)
split in two.
…
We are compassed to know where zips might go.
I like how you say How immediate it is to unzip and take off your pants.
How fast the buttons open. Yes. And, style, these known grammars, gives us such navigational tools (Rosi Braidotti). Your chamfer in the doorway, soft silent guide, mutters look that way. Such navigable tools, though, might lead us to un-compassing, to de-compassing. Sometimes desire,
intuition, is such that it does decompass you,
splits a thing (you) in two.
You lose the horizon.
                                                                                        Kate Morgan
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torque / nudos
sobre Golpes Bajos

Kate Morgan


Mirando hacia adentro.
Sentado bajo, perfectas articulaciones cerradas, unidades que podrían resolver su fabricación.
Piel áspera, pero frente limpia, sin nudos.
Marcan gestos de gracia —torsiones, sí— pero que aún conservan la sencillez de
un trazo, de un golpe, sus interiores atados en sí mismos.
Senalan sus esquinas, dicen “aquí están mis esquinas, aquí demuestro mi extensión,”
estas curvas son ondulaciones hacia fuera, piensa en la ebullición de ser como
una vela atrapada a pleno viento.
A pesar de ello, el foco de su torsión es realmente hacia dentro, un cerrarse en
momentos de autotocamiento. Pellizco de garra, punta de dedo.
Tocan el suelo y se encuentran con él, aterrizan donde están y nada
más. ...
Exteriormente, están flexionadas—se flexionan para ti--
se flexionan para sí mismas—se flexionan en un espejo.
Pero, no olvides que calman su cara más ruidosa, están amortiguando algo...
Posados sobre superficies son invertebrados-descansan como los Bichos de Lygia Clark
Suaves, estos escarabajos sin clasificar se posan contra un borde.
Otros revolotean,
rozan el suelo y luego calladamente
se posan.
…
Por aquí: la cualidad satisfactoriamente mugrienta de una cosa manoseada en exceso,
un trozo de papel en tu bolsillo
tocado demasiado.
Hablamos de la dificultad de hacer+
Aprendí pronto que espigas vaqueros.
Espigar es coger lo que de otro modo se desperdiciara.
Llevamos vaqueros y los desgastamos y nos desgastan,
también—impresiones en las caderas,
tal vez.
Las costuras de la tela donde se dobla o triplica
repujan la superficie de nuestra carne, nos causa
pulidos por contacto.
Nos causa lijados.
Bajo tu mano espigadora, comienzan una vida diferente.
Espigar la tela vaquera y convertirla en pulpa,
hacerla objeto de nuevo, un lento desatar a mano... tamizada y clasificada por
partes, apulpada durante horas en la despulpadora. Me ensenas vídeos.
Espigar también puede ser inmaterial, como espigar información.
Llevar la cosa hasta esta fina mugre,
construir hacia nueva forma +haciendo eso,
tratar de obtener algo de ella
y también darle algo
a ella—un doble vínculo,
ya que la forma no implica necesariamente el cierre,
ni la materia prima proporciona apertura (Lyn Hejinian).
Haber hecho algo nuevo no responde necesariamente a una pregunta.
…
Sentados en el suelo del estudio, o fuera en la hierba áspera,
intentamos poner nombre a nuestros nudos.
Nombrarlos así
para empezar a conocerlos
—y esto no significa que tratemos de urdir su deshacer.
Momentos o frases de acción puntuados por grandes periodos de pausa. Aquí,
ambas se evidencian estas dos unidades/cualidades de tiempo son evidenciadas. Y,
podría tal pausa ser pausa que no intentaremos
desatar?
Que dejaremos como está?
+son estas pausas
pausas
que son bultos en la
garganta +que se quedarán así?
Quieres hacer tus nudos en nudos y luego dejarlos ahí, en la mesa, en el suelo,
en la entrada. Te das cuenta de que, habiendo desanudado un impulso, no te quedas con
una superficie en absoluto aclarada.
De nuevo: haber hecho algo nuevo no responde necesariamente a una pregunta.
Dices: diferentes contenedores (habitaciones) conllevan diferentes gestos.
Los nudos y las cremalleras lo son, también. Son habitaciones para contener
diferentes formas de actuar.
Sabemos que un nudo, como mínimo, ha sido anudado y podría
deshacerse.
Una cremallera, en cambio, tiene poder tanto en el cierre como en la
apertura +cada gesto,
cada acto de subir o bajar la cremallera
es
cambio de espacio arquitectónico.
Donde los nudos son fibras unidas por simpatía (Tim Ingold),
también hablan de lo que nos cuesta deshacer.
Una cremallera no es nada de esto, es
—pasaje plano libre abierto a cerrado a abierto de nuevo--
una potencia lateral, simple.
Cuando se libera del tejido que la rodea, pierde parte (no toda) de esta potencia.
Puede desplazarse más, aunque se mantiene fijo en su punto cuando la lleva un cuerpo.
Una cremallera es demostrativa,
es potencial
es un nudillo móvil
apuntando hacia arriba o hacia abajo.
Nos detenemos en la entrepierna.
Siempre lo hacemos.
El diccionario dice que la entrepierna es la “bifurcación” del cuerpo humano
donde las piernas se unen al tronco. Es el punto en el que (podríamos) partirnos
en dos.
…
Estamos compasadas para saber dónde pueden ir las cremalleras.
Me gusta cómo dices Qué inmediato es desabrocharse la cremallera y quitarse los pantalones.
Qué rápido se abren los botones. Sí. Y, el estilo, estas gramáticas conocidas, nos da tales
herramientas de navegación (Rosi Braidotti). Su chaflán en la puerta, suave guía
silencioso, murmura
mira hacia allí. Tales herramientas navegables, sin embargo, podrían llevarnos a
lo a-compasado, a lo des-acompasado. A veces el deseo, la intuición, es tal que
descompasa, parte una cosa (a ti) en dos.
Pierdes el horizonte.


Golpes Bajos
Lucía Bayón
HalfHouse
23.03–04.05.2024

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