Te invitamos a un acto especial en Halfhouse en recuerdo de Sinéad Halkett, crítica de arte y gran amiga, fallecida recientemente. Este domingo hubiera celebrado su 34 cumpleaños y nos gustaría señalar la fecha celebrando algunas de las grandes pasiones de su vida –la cultura disco, los disfraces y W.G. Sebald.
Una piedra en el agua En su reciente texto sobre la memoria, Sinéad examinaba la intertextualidad en ciertas situaciones, como cuando Tacita Dean descubriera que W.G. Sebald hacía mención de su tío bisabuelo en el libro Los Anillos de Saturno. Sinéad comparaba dichas conexiones casuales con “una piedra que se arroja al agua y genera ondulaciones concéntricas que permiten trazar de forma continua un mapa de asociaciones”. De un modo similar, nos gustaría mantener el recuerdo de Sinéad, proyectándolo hacia el futuro, y buscando crear nuevas asociaciones. En este sentido, hemos hallado un número sorprendente de conexiones entre la obra de su íntimo amigo Scot Esposito y la del autor W.G. Sebald que, de no ser por nuestro empeño en “casi construirlas” para este acto en recuerdo de Sinéad, quizás nunca se hubieran contemplado. Los temas de la memoria y la pérdida resuenan todavía con mayor fuerza en la escritura de Sinéad ahora que ella ha pasado a ser parte del mundo de los recuerdos. Para Sebald, el pasado reviste gran importancia. Según el autor, es un lugar donde puede que tengamos citas pendientes, un lugar a donde hay que acudir en busca de sitios y personas, que, desde la cara oculta del tiempo, están unidos a nosotros de algún modo. Sinéad se halla ahora en ese lugar y lo arbitrario de su muerte nos ha dejado un sentimiento de pérdida. Para Sebald, no obstante, la vida es precisamente eso: pérdida. Día tras día, vamos dejando cosas atrás. La pieza que aporta Oscar Xarrié, te echo lo menos, versa sobre la expresión tergiversada que Sinéad utilizaba en las breves separaciones cotidianas en su relación. Ahora se nos aparece como un susurro del pasado cargado de sentido. Después de todo, la escritura de W.G. Sebald es un collage. La ficción y la autobiografía se entretejen casi indistintamente dando pie a significados nuevos. Así es el trabajo de Scot Esposito, con capas de realidades, certezas y falsedades tan imbuidas unas de otras que carece de sentido intentar diferenciarlas. Una miscelánea de futuros y pasados que se superponen, de híbridos de animales, humanos y paisajes, entremezclados con fotografías del propio artista y sus amigos ataviados con disfraces de osos. Entre ellos destaca un retrato de Sinéad especialmente conmovedor. Como reflejo de lo inaprehensible de la pérdida, Sinéad aparece disfrazada de Diosa, totalmente oculta bajo una cabeza de oso, sujetando en brazos al perro de Scot, fallecido también recientemente. Pese a que en la imagen resuena la idea de la crueldad de la naturaleza, de lo sujetos que estamos a un estado de destrucción y renovación permanentes, en ella está también la complejidad de lo intangible. Esto me lleva a recordar que Sebald creía en el destino y en la vida más allá de lo que la ciencia es capaz de explicar. Tal como Sinéad escribiera, “sólo puede haber un final si uno se imagina un sistema cerrado, uno de esos que creen tener todas las respuestas”. Sinéad Spelman Traducción Nuria Gregori |